Laguna de magia

Venecia se escapa,

su mundo es el otro,

la besan las aguas,

cimientos de lodo.

 

Laguna de magia,

máscaras sin rostro,

antifaces, barcas,

islotes remotos.

 

Venecia es mi casa,

la vivo y la gozo,

canales, regatas,

palacios de oro.

 

Venecia descansa,

flota sobre un trono,

seduce su estampa,

es luz y tesoro.

 

Un Arco diferente

El Arco Iris se extiende

sobre un puente milenario,

las góndolas lo atraviesan,

túnel, fantasía, marco...

 

Realzando un paraíso

el Arco Iris, pintando

pinceladas en Venecia,

en el cielo y más abajo.

 

El Arco Iris se apaga,

las nubes lo van tapando,

el Sol se esconde tras ellas,

la lluvia sueña a mi lado.



Arco Iris, recíbeme.

Venecia me ha recibido

con puntitos de color,

desde el cielo me saludan,

bienvenida de ilusión.

 

Como pétalos al viento,

trazan una ondulación,

curva densa de confeti

de paleta de pintor.

 

Entre nubes, lluvia y sueños,

fue aterrizando mi avión

y, guiñándome sus ojos,

vi la sonrisa del Sol.

 

 



Mi espejo

Venecia es mi espejo.

Me miro en sus aguas,

conmigo yo veo

góticas ventanas.

 

Palacios de ensueño,

cortinas aladas,

góndolas y versos,

bellas pinceladas.

 

Se mueven reflejos,

hay estelas blancas,

vaivén, movimiento,

mi cara ondulada.